El miedo a salir a la calle es un problema muy común en personas mayores. Es un problema que incapacita a estas personas a desarrollar las actividades de la vida diaria de forma natural, ya que necesitan la ayuda de amigos, familiares o cuidadores para todas las actividades exteriores como comprar alimentos, ir al médico, peluquería… Este miedo a salir a la calle puede tener diferentes causas.

Si tienes un familiar o conocido con miedo a salir a la calle podemos ayudarte, contacta con nosotros y te informaremos de las diferentes opciones de tratamiento.

La causa más habitual de miedo a salir a la calle acostumbra a ser el pasar un tiempo prolongado sin poder salir a causa de diferentes motivos:

• Operación quirúrgica que precise reposo.
• Enfermedad que implique ingreso hospitalario.
• Dolor agudo.
• Dolor crónico.
• Caídas previas.

En todas estas situaciones se tendrá que corregir la situación antes que sea demasiado tarde.

Si hay previsión que nuestro familiar va a tener que ser intervenido con cualquier tipo de operación quirúrgica deberíamos analizar su estado previo, fijándonos en la capacidad actual de hacer actividades de la vida diaria, como andar, ir al baño, cocina, cama, salir a la calle... Si el estado actual es bueno, el éxito de la recuperación posterior puede estar casi asegurado. En cambio, si el estado ya empieza a ser deficitario deberemos hacer un trabajo previo de rehabilitación física a domicilio para llegar a la operación en las mejores condiciones posibles.

En estos casos, los tratamientos de rehabilitación a domicilio suelen basarse en una serie de pautas de ejercicio físico para potenciar la musculatura, centrándonos más en la zona intervenida y en las que pueda necesitar después de la cirugía.

En el caso de personas mayores, los tratamientos de fisioterapia domiciliaria posteriores a intervenciones quirúrgicas suelen ser imprescindibles. Si la persona ha hecho un trabajo previo o entra a la operación en buenas condiciones el tratamiento será rápido, de lo contrario el tratamiento de rehabilitación puede ser más complicado y largo. El objetico principal de estos tratamientos es restaurar la capacidad física anterior y, en la medida de lo posible, mejorarla.

Si nuestro familiar de edad avanzada precisa de un ingreso hospitalario, debemos mantener todo lo posible su condición física. Hay casos en los que no será posible su colaboración, por diversos motivos. En estos casos necesitaría una serie de movilizaciones pasivas de todas las articulaciones con la finalidad de prevenir la atrofia muscular y articular.

Si el paciente está consciente y es colaborador, podemos iniciar una serie de ejercicios físicos, que le permitirán mantener el tono muscular para salir del ingreso en las mismas condiciones que entró. Siempre que sea posible intentaremos que de algún paseo durante el día.

El dolor es uno de los motivos principales para que una persona mayor sufra incapacidad. Lo ideal, cuando una persona mayor sufre dolor, es intentar tratarlo lo más pronto posible. Si dejamos actuar al dolor sin tratarlo de una forma efectiva, podemos cronificarlo.

as patologías previas al dolor, pueden hacer difícil la administración de fármacos que lo traten, en estos casos la actuación de un fisioterapeuta a domicilio puede ser fundamental.

Este punto, seguramente, es el más importante e incapacitante que nos podemos encontrar en personas mayores. Las caídas se pueden producir por varios motivos, entre los más habituales:

• Fracturas de fémur o cadera.
• Vértigos.
• Falta de tono muscular.
• Debilidad en piernas.
• Fallos articulares, sobretodo rodillas.
• Pérdida de equilibrio corporal.

Cuando la persona ha sufrido una caída previa lo más habitual es tener miedo, en un artículo anterior hablamos sobre cómo afrontar este miedo en personas mayores.

Si tienes un familiar o conocido que se encuentra con miedo a salir a la calle, puedes contactar con nosotros y te ayudaremos en su tratamiento. Un fisio a domicilio acudirá y, una vez hecha la valoración, establecerá el tratamiento más adecuado para restablecer su funcionalidad y que sea capaz desarrollar las actividades de su vida diaria de forma totalmente autónoma.