El miedo a las caídas es uno de los problemas más frecuentes que nos encontramos en personas mayores. Una de las labores más importantes que tenemos que hacer, como fisioterapeutas, en los tratamientos de fisioterapia geriátrica a domicilio, es restaurar la confianza del paciente para volver a andar.
Existen muchas causas que pueden hacer que una persona mayor tenga miedo a caerse, entre las más habituales:
- La primera y fundamental, es que ya se han caído en otras ocasiones.
- Inestabilidad y falta de equilibrio.
- Pérdida de fuerza o debilidad muscular.
- Mareos o vértigos.
- Fallo articular, sobretodo en rodillas.
- Periodos de inactividad por ingreso, enfermedad...
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Cuando nos encontramos con una persona mayor que tiene miedo a caer, lo primero que debemos hacer es analizar la causa. Debemos analizar al paciente de forma individual, ya que cada uno, con misma o distinta patología, requiere atenciones diferentes. En la mayoría de los casos, el problema suele ser una falta de fuerza e inestabilidad causada por un periodo de inactividad mayor o menor. En este caso seguramente reforzando la musculatura con ejercicios de tonificación y equilibrio logramos dar la suficiente confianza como para superar el miedo.
Si el problema se debe a mareos o vértigos, primero se deberán analizar qué los causas. Puede ser problemas circulatorios, visuales, auditivos...
Cuando el problema es circulatorio, en muchas ocasiones, es debido a tensión en la zona cervical. Esto lo podemos paliar con masajes y estiramientos cervicales.
En otras muchas ocasiones, hay un fallo articular, sobretodo en rodillas o cadera, ya sea por dolor, rigidez o falta de estabilidad articular. Aquí debemos analizar el problema y establecer el mejor tratamiento.
Si conoces a alguien que necesita un fisioterapeuta a domicilio, contacta con nosotros y te ayudamos a elegir el mejor.
RegaloNunca hay que obligar a andar a una persona mayor con miedo a caerse. Cuando decimos obligar, no es incentivar que lo haga, si es pro activa perfecto pero si es reacia mejor no hacerlo. Al hablar de obligar nos referimos a coger a esta persona por los brazos, estirar, arrastrar, gritar... Aunque parezca una obviedad, es lo que encontramos en la mayoría de los casos de tratamientos de fisioterapia a domicilio.
Puedes utilizar el mail, formulario, whatsapp, teléfono o gestionar tu reserva online.
Recopilamos todos los datos necesarios y confirmamos la visita con uno de nuestros fisioterapeutas.
El fisioterapeuta encargado de tu tratamiento acudirá a tu domicilio, llevamos todo lo necesario.
Solo hay un consejo básico, dar confianza. Hay que explicar muy bien lo que vamos a hacer:
- Que trayecto vamos a realizar.
- Como lo vamos a hacer, detallar todos los pasos.
- Enseñar todos los lugares donde podrá sentarse en caso de riesgo. Para esto debemos poner sillas durante el recorrido para evitar riesgo.
- Si la persona se cansa, la dejamos descansar.
- En el caso que se ponga nerviosa, la dejamos descansar, nunca obligar a seguir.
Como hemos dicho al principio, dar confianza, mucha confianza y sobretodo tranquilidad. En estos casos, suele ser habitual que a la familia le cueste, siempre es mejor buscar ayuda profesional. No hacemos milagros, pero la situación suele ser muy distinta al ver una persona ajena en la que pueden confiar.
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