El tratamiento de fisioterapia en un Ictus es imprescindible para recuperar el máximo potencial después de la lesión. Cuando se produce un Ictus, lo más importante será acudir o llamar de inmediato a urgencias, la atención temprana es básica para mejorar el porcentaje de supervivencia y para aumentar las posibilidades de la futura recuperación.

A continuación enumeramos los distintos signos que deberíamos tener presentes para saber si un familiar puede estar sufriendo un ictus. Se pueden dar de forma aislada o combinados entre sí.

• Sensación de mareo, vértigo, pérdida de equilibro, confusión y que pueden acabar en caídas o desmayos.
• Pérdida de fuerza en piernas y brazos.
• Hormigueo, adormecimiento o dolor en la cara, normalmente en un lado, izquierdo o derecho.
• Pérdida de visión o alteraciones visuales como manchas o visión borrosa.
• Dificultad para andar, mover piernas o brazos, sonreír, desviación comisura labial...
• Problemas para hablar y comprender órdenes simples.
• Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, hipo...

Si detectamos estos signos, acudiremos o llamaremos al servicio de urgencias lo más rápido posible.

Un buen tratamiento de fisioterapia en ictus puede marcar la diferencia entre una recuperación total o una incapacidad permanente del paciente. El tratamiento de fisioterapia en ictus deberá iniciarse de inmediato, en cuanto el riesgo vital esté controlado y el paciente pueda iniciarlo. El éxito de la recuperación lo conseguiremos durante el primer año después de la lesión. Pasado este primer año las posibilidades de recuperación disminuyen.

Aunque es posible que necesite rehabilitación en diferentes etapas de su vida, la recuperación de las lesiones producidas por el Ictus serán mayores durante este primer año, pasado este nos centraremos más en los tratamientos de mantenimiento.

Los objetivos del tratamiento de fisioterapia en ictus se establecerán en función del paciente, ya que cada uno tendrá lesiones y objetivos diferentes. A grandes rasgos los objetivos básicos del tratamiento serán:

• Recuperar fuerza y tono muscular.
• Mantener y recuperar amplitud articular.
• Control del tronco.
• Mejorar equilibrio.
• Reducir espasticidad.
• Recuperar o mantener marcha autónoma.
• Mejorar sensibilidad y control de extremidades afectadas.

Cada paciente tendrá unas lesiones y necesidades diferentes y adaptaremos los objetivos del tratamiento de fisioterapia a sus necesidades.

Al igual que los objetivos que se marcarán en los diferentes pacientes con ictus, el tratamiento también se establecerá en base a sus diferentes necesidades.

• Ejercicios de tonificación muscular.
• Movilizaciones pasivas, activas o activo asistidas.
• Estimulación neuromuscular.
• Estiramientos.
• Masajes.
• Reeducación de la marcha autónoma.
• Aprendizaje en uso de ayudas dinámicas como, bastones, muletas, andadores...
• Adaptación para las AVD (actividades de la vida diaria)

Se irá adaptando el tratamiento a las diferentes etapas por las que vaya pasando el paciente, intentando potenciar al máximo su recuperación.

Si necesitas un tratamiento de fisioterapia neurológica a domicilio, contacta con nosotros y concertaremos una visita con un fisioterapeuta neurológico para que haga una primera valoración e inicie el tratamiento adecuado a tus necesidades.